viernes, 27 de mayo de 2011

El Cusqueño de la Batalla de Tacna

Jaime Santiago Olivares Angulo: El Cusqueño de la Batalla de Tacna
Para la familia Olivares, el 26 de mayo, día de la Batalla de Tacna, siempre será una fecha de recordación no solo por lo que significó para Tacna y el Perú sino también porque les afectó personalmente en el ámbito familiar.
Jaime Santiago Olivares Angulo, cusqueño, abuelo de los Olivares de hoy, de 18 años participó en la batalla y fue uno de los sobrevivientes.
El abuelo Olivares contaba a sus nietos, desde cómo lo levaron, de sus guardias nocturnas a orillas del mar, de sus peripecias y del desarrollo de la batalla. Américo, uno de los nietos, recuerda que el abuelo les contaba de las discordias que había entre los Jefes que comandaban la Batalla, de cómo se organizó una partida de jóvenes rebeldes que querían dar alcance al enemigo en el desierto y sorprenderlos. Pero carentes de agua, y recursos y sin conocer la pampa, fueron víctimas de la camanchaca y caminaron  en círculos toda la noche del 25 de mayo, llegando al mismo sitio, sin ningún resultado, totalmente extenuados y hambrientos. En esas condiciones, enfrentaron la batalla que fue sumamente dura y cruel.
Mi abuelo, relata Américo, recibió muchas heridas. Logró escapar del repase, pero tenía un brazo lacerado. Contaba que una mujer campesina le ayudó a rodar por una pendiente de arena hasta una chacra en el valle donde lo atendió y luego fue llevado a un retén, donde un médico o enfermero, le cortó el hueso húmero con un serrucho de carpintero, sin anestesia, le cosió el musculo y le salvó de una infección. Luego seguramente retornaría al Cusco, yo lo conocí manco, tenía la mano pero no la movía, firmaba con la mano izquierda.


“El repase”, cuadro de Ramón Muñiz que se conserva en el Museo del Real Felipe, Callao, Perú

Todos los 27 de noviembre, Jaime Santiago Olivares Angulo, recibía homenajes del Ejército y participaba con su uniforme en las ceremonias. Murió de viejo el año 1948, cuando Américo, su nieto, tenía13 años.
Esta anécdota está registrada en "Tacna y Arica en la encrucijada de la Historia" y la publicamos acá gracias a Américo Olivares Esquivel, nieto del héroe, cusqueño de nacimiento y tacneño por adopción; y maestro ejemplar de varias generaciones de tacneños.


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